EDIFICIO DE OFICINAS ZURICH - Santander

El entorno del área patrimonial del Parque Batlle pertenece a un espacio central de la ciudad, de morfología suburbana, que se caracteriza por un conjunto consolidado de viviendas de dos y tres niveles en amplios jardines, con un singular valor urbanístico y una paleta de colores y texturas que armoniza rojos y terracotas de tejas y ladrillos, con los verdes de la exuberante variedad forestal del Parque Batlle.

Sobre la Av. Ricaldoni, en un terreno entre medianeras, se propone un edificio que se desarrolla en cuatro niveles sin aprovechar al máximo la normativa vigente, para adecuarse a la morfología urbana de la cuadra existente; en particular con el edificio de PH de la esquina.

El proyecto libera suelo en PB para permitir la transparencia frente-fondo que califica el acceso y habilita que las visuales del Parque Batlle lo atraviesen, se unan con el verde del corazón de manzana y fluyan -mimetizadas con el jardín vertical-, entre las múltiples alturas y permanezcan siempre presentes para los usuarios del edificio.

La flexibilidad de la propuesta se manifiesta en el open-concept, lo que facilita que la distribución interna definida inicialmente, pueda modificarse y adaptarse a nuevos requerimientos. Básicamente, la tipología planteada es una doble crujía frente-fondo de planta libre con un núcleo de circulaciones y servicios al centro que oficia de filtro y articulador de los espacios.

Las múltiples alturas son la reserva espacial para un crecimiento a futuro equivalente a casi una planta más sólo por adición (relleno de huecos), sin mayor complejidad constructiva.

La azotea es utilizada para la implementación de paneles fotovoltaicos.

La imagen corporativa del edificio, se define como una envolvente urbana multicolor de piezas de aluminio que, graduando su permeabilidad, controla el asoleamiento y apunta a complementar un comportamiento energético y térmico eficiente. (DVH, control solar, AA VRV)

Actúa como quiebravistas en horizontal hacia el E y como parasol en vertical hacia el O.

Un sistema flexible y aleatorio que permite soluciones diversas en función de orientaciones, densidad, destino de local y colores.

Un jardín vertical exterior-interior que da continuidad al Parque Batlle. En conjunto con las piezas de la envolvente, ofrece imágenes identitarias tanto al barrio como a su interior, que se van modificando a lo largo del día por el recorrido del sol. A cada momento, se percibe la fluidez del espacio a través de los cuatro niveles y la continuidad de cada local como parte del volumen.

Se alcanza una gran eficiencia lumínica natural y un gran confort.

Entendemos el proyecto como propuesta funcional que apoyada en la solución tecnológica entrega una impronta identitaria a la firma sin alterar las características contextuales del área patrimonial.